- El análisis sobre los fondos europeos FEDER muestra que estos se han empleado de forma dispar en España y entre los Estados miembros y que existe un amplio margen de mejora en su utilización, lo que supone una pérdida de oportunidades, al quedar ciertas inversiones y partidas sin ejecutarse.
- De la comparación de los datos autonómicos y de los Estados miembros sobre el uso de estos fondos se concluye la importancia de una adecuada planificación de la inversión, especialmente en lo que respecta a innovación.
- Es necesario trabajar para concienciar sobre los beneficios de la Compra Pública Innovadora como mecanismo para la incorporación de soluciones de Tecnología Sanitaria en los servicios sanitarios.
Madrid, 18 de octubre de 2021.- La Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) ha hecho públicos los resultados del informe “Innovación y Salud 2021”. Se trata de un análisis que revela la complejidad que supone la puesta en práctica de políticas adecuadas para la mejora de innovación, a pesar de la importancia que este factor tiene como palanca para el crecimiento económico y, en consecuencia, para la mejora del servicio de salud.
Con el objetivo de ofrecer un enfoque amplio y completo sobre la importancia de las políticas de innovación en el campo de la Tecnología Sanitaria, el mencionado estudio analiza las estrategias y ecosistemas de innovación europeos, su relación con los Servicios de Salud y el empleo de los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional (FEDER) para Investigación e Innovación asignados por la Comisión Europea (en el periodo comprendido entre 2014-2020). Asimismo, el informe muestra la realidad actual de las Comunidades Autónomas en materia de emprendimiento de políticas de innovación sanitaria.
Según desvela este análisis, España es el segundo país con mayor disponibilidad de fondos FEDER (más de 7.500 millones de euros), a pesar de lo cual es uno de los que menos fondos, en porcentaje, ha logrado consolidar (80% frente al 93% de la media europea). Además, el informe también refleja que nuestro país se encuentra entre aquellos con un resultado más bajo en cuanto al valor de las licitaciones lanzadas con respecto al total del presupuesto disponible para el Estado miembro (26%), mientras que la media europea en este aspecto es del 37%.
Asimismo, la diferencia entre la media de la UE y España en cuanto al valor del total del presupuesto licitado frente al total consolidado es de 7 puntos porcentuales (40% frente al 33%, respectivamente).
Por tanto, del análisis se desprende que existe un importante espacio de mejora en el uso de los fondos europeos FEDER disponibles para Investigación e Innovación al quedar ciertas inversiones y partidas sin ejecutarse por no emplear los recursos económicos. “La baja eficiencia en la gestión del gasto de los fondos disponibles supone una pérdida de oportunidades, una situación que habría de ser revertida con el fin de lograr una mayor calidad y eficiencia de los Servicios de Salud. Por eso es tan importante adoptar una cultura arraigada de la innovación en España, tal y como existe en otros países de nuestro entorno”, explica Sergio Muñoz, coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria y director de Innovación, Salud Digital y Tecnologías Emergentes.
Realidad autonómica en cuanto a innovación
El informe también analiza el grado de eficiencia de las CC.AA. en el uso de los fondos FEDER para Investigación e Innovación, un apartado que refleja tanto las diferencias en el presupuesto disponible, como en lo referido al aprovechamiento de dichos fondos. Así, aquellas comunidades cuya inversión en I+D+i se sitúan por encima de la media nacional son las que obtienen mejores resultados en términos de esperanza de vida, mortalidad y satisfacción de los ciudadanos. “La principal conclusión que se extrae de la comparativa de los datos autonómicos y de los Estados miembros de la UE es que el mejor rendimiento de los sistemas sanitarios no pasa por una mayor dotación de recursos de forma general, sino por una planificación adecuada de la inversión, especialmente en innovación”, matiza Sergio Muñoz.
Finalmente, el informe “Innovación y Salud” analiza la utilización autonómica de la Compra Pública de Innovación (CPI), uno de los mecanismos de los Servicios de Salud para incorporar productos y soluciones de valor añadido. No obstante, los datos publicados relativos a proyectos de CPI en salud financiados con los fondos FEDER de los servicios de contratación pública autonómicos (período 2019-2020) revelan que existe una implementación dispar de CPI en el territorio. En el ámbito de la Tecnología Sanitaria, destaca el papel predominante de Cataluña y el aporte de la Salud Digital, especialmente en proyectos orientados a la Medicina Personalizada y de Precisión. A través del análisis queda patente la importancia de la incorporación de las nuevas tecnologías innovadoras en los servicios de salud y la hibridación de tecnologías.
Sobre este sistema de contratación pública, según opina el coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, “es necesario trabajar para crear una concienciación sobre los beneficios que aporta el uso de la Compra Pública de Innovación, que es una herramienta muy potente con capacidad para mejorar la entrada de las empresas de menor tamaño en las licitaciones lanzadas desde la Administración”.